sábado, 14 de julio de 2018

Ese amigo que solía ser...

Dentro de mi espejo…

Solía tener un AMIGO…
Sí…así con mayúsculas…
De esos que te hacen distraer cuando tu cabeza no para de pensar…
De los que con una sola frase rompen todos tus esquemas y volvés a insistir con tus pensamientos hasta que algo nuevo nace…
De los que te pinchan los globos sin anestesia para evitar que la caída sea aún más fuerte…
De aquellos que no dudan en ser crueles con tus defectos si creen que eso te ayuda a crecer…pero al minuto te prestan el hombro para llorar y que no duela tanto...
De esos que están a mano todos los días o casi…
Los de las charlas interminables de madrugada... horas sin sentir el paso del tiempo…
Los que te miran y te sacan la ficha,  encontrando en tu mirada la verdad revelada…
Los de los abrazos sanadores, esos que te tocan el alma…
Los del asado del domingo, como si fueran familia, siéndolo en el más puro de los sentidos...
Los que soportan tu oscuridad, tus miserias y tus tormentas, estirando su mano para sostenerte..
Los de los mensajitos imprevistos que te alegran el día...
Y viceversa…
También viceversa…
Solía tener un Amigo….de esos…con mayúsculas...
Pero hubo un día en que sus brazos se cansaron de sostener, sus pulmones se asfixiaron con mi filosofía casera, sus oídos se agotaron de mis pesares y tal vez la intensidad de mi Amistad terminó por quebrar su voluntad…
Cuando pude verlo entendí el sentido de la soledad en su más puro estado…
Me encontré conmigo misma mirándome al espejo sin reconocerme…buscando ahí adentro las respuestas que su silencio me negaba…
Miro para atrás y agradezco todo lo vivido. Intenso y sincero…
Arriesgado y lleno de emociones…
Y sólo puedo pedir perdón...
Perdón por alejarte…
Solía tener un AMIGO que me ayudó a sanar y a crecer como persona más que nadie. Pero se equivocó en algo: no me enseñó a vivir sin su Amistad.
Supongo que ese es mi desafío...en honor a lo aprendido y a lo compartido...buscar la manera de que no duela... al menos no tanto…
Pero me miro al espejo una vez más y mis ojos, que no saben mentir, dicen lo que mis letras no pueden...
Y eso…eso me lo reservo para mí…
Eso…queda dentro de mi espejo…
Es nuestro secreto.
O tal vez no…
Tal vez aún esté ahí…
Tal vez aún haya un abrazo posible…

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